domingo, 27 de mayo de 2012

Sobre el método y las metas:



"El contenido de este curso requiere de ciertos conocimientos previos y no me puedo devolver, así es que vean ustedes que hacen"

                Una expresión como la arriba consignada, en labios de un docente, muestra su falta de profesionalismo.  Se trata de alguien que ignora cómo el abordaje pedagógico y las metas de comprensión (conocimientos + competencias) son componentes de un ciclo interdependiente.
                Tampoco entiende que la “pureza” del método debe estar al servicio de los propósitos formativos, siempre y cuando estos busquen el integral crecimiento, intelectual y personal,  de los y las estudiantes.
                Colocar al estudiante en el centro del proceso formativo, como proponen las más recientes teorías del aprendizaje, demanda una respuesta sensible a las necesidades de este. “Devolverse” para cubrir algún contenido previo, o no, debería ser una decisión tomada tras ponderar una serie de variables. Por ejemplo, ¿qué tan extenso es el contenido? ¿Cuán importante para lo que se verá? ¿Permite su complejidad el estudio independiente por parte del alumnado? ¿Existe responsabilidad de la institución educativa respecto a la omisión? ¿Son muchos los estudiantes carentes de los contenidos? 
                En fin, en docencia, al igual que en otros aspectos de la vida, es preciso encontrar un equilibrio entre la estructura, la creatividad, y el agudo sentido de lo más beneficioso para el estudiantado, razón de ser de nuestro quehacer. En dicha ecuación, quienes ejercen la profesión no pueden olvidar su esencia de servicio.

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